Un 82% de las organizaciones ven en la nube un paso crítico para su transformación digital, al tiempo que las soluciones de IA se van consolidando como una plataforma más madura.

Si bien las tecnologías experimentarán un desarrollo gradual durante 2023, este año marca una nueva frontera para hacer de la tecnología un aliado cada vez más relevante para personas y empresas. Ante este panorama, Microsoft apuesta por construir un portafolio de soluciones diverso y competitivo que permita apalancar la innovación de forma óptima, ágil e inteligente, construyendo el futuro de la nube y la economía de datos.

La innovación tecnológica se caracteriza por traer propuestas y soluciones de valor, consolidando su rol para simplificar y optimizar la vida de las personas y empresas, haciendo de la tecnología un aliado cada vez más crítico para atender las necesidades globales, fortalecer la madurez digital de las comunidades, y aportar nuevos descubrimientos y avances que se generan en ciertas disciplinas o sectores. De cara a un nuevo año, Microsoft ha identificado cuatro esferas de innovación que marcarán los próximos meses de manera significativa.

La nube sellará su destino como la plataforma por excelencia de la economía de datos

En los últimos dos años la digitalización experimentó una aceleración sin precedentes, marcando una brecha crítica entre las compañías que cuentan con una estrategia de transformación digital más avanzada que el resto. Esto ha hecho que las inversiones en migración de datos, establecimiento de infraestructura e integración de soluciones de nube sea cada vez más relevante para los negocios, al grado que 82% de estos ven a esta transición como un elemento fundamental de su estratega tecnológica[1]; mientras que a mediano plazo, se espera que para 2027 más de 50% de las organizaciones utilicen plataformas industriales de nube para agilizar sus iniciativas de negocio.

Es decir, tanto en soluciones como servicios, la nube despliega uno de los ejes principales de la transformación digital, convirtiéndose en una básico para las empresas que busquen acceder a la economía de datos, integrándose dentro de diferentes procesos y áreas corporativas para favorecer la productividad, velocidad de respuesta e inteligencia de negocio.

Una mayor adopción y una más amplia variedad de aplicaciones de IA

Partiendo de la información como combustible, los algoritmos y la automatización han cobrado cada vez más peso en el imaginario colectivo, tanto en las aplicaciones para usuario final que demuestran algunas de las capacidades predictivas que pueden ofrecer estas tecnologías, hasta funciones más sofisticadas que aportan directamente a la construcción de nuevos modelos de negocio para las compañías.

Actualmente se calcula que los modelos de IA han mejorado en un 50% en términos de adopción, integración a objetivos comerciales y aceptación de los usuarios, con una proyección de que para 2026 las organizaciones estarán en una etapa donde apostarán por prácticas de ingeniería de IA localizada para producir y administrar sus propios algoritmos y sistemas, obteniendo una experiencia más personalizada que las haga más competitivas.

Si bien se espera que estos sistemas continúen con su crecimiento en sofisticación y escala, Kevin Scott, director de tecnología de Microsoft, ve en el futuro de la IA tres puntos fundamentales:

  • Los avances en los grandes modelos de IA y la IA generativa seguirán con el impulso de la productividad, la creatividad y la satisfacción.
  • La IA permitirá avances científicos y ayudará al mundo a resolver algunos de sus mayores desafíos.
  • A medida que estos modelos se convierten en plataformas y Microsoft continúa con la escala de manera responsable de los avances de IA para los clientes, la nube, las inversiones en infraestructura y un enfoque de IA sólido y responsable son fundamentales.

La revolución del “todo híbrido” hará de la colaboración un valor transversal 

Tras el hito de la pandemia la “normalidad” laboral se transformó sustancialmente, pasando de la asistencia presencial a la oficina al teletrabajo y, ahora, enfrenándose a la necesidad de encontrar un punto medio con el mundo híbrido. Esta revolución ha reconfigurado la forma en que se perciben los dispositivos móviles (smartphones, tablets y notebooks) dentro de los entornos de productividad, reinventando simultáneamente lo que entendemos como entorno de trabajo.

Con la oportunidad de contar con equipos laborales distribuidos, la colaboración se convierte en un eslabón significativo para las empresas, haciendo de la tecnología una herramienta y plataforma que les ayude a hacer más con menos. Para hacer esta colaboración más fluida e intuitiva veremos una oferta cada vez más amplia en soluciones y periféricos de comunicación, así como la creación de nuevas realidades que ayuden a replicar la experiencia de equipo pese a la distancia.

La concientización, prevención, identificación y mitigación de ciberataques será una prioridad

Con la sofisticación de mecanismos y soluciones de ataque, las tecnologías de protección necesitan también mantenerse a la par, blindando diferentes vectores y posibles vulnerabilidades de manera ágil y eficiente, salvaguardando el principal capital de la economía emergente: los datos.

De acuerdo con cifras del estudio Cyber Signals de Microsoft, la prioridad de los cibercriminales muestra interés en pasar de los dispositivos IT (tecnologías de la información: infraestructura de cómputo y red) a OT (tecnología operativa: sensores y maquinara conectada), haciendo de la infraestructura de Internet de las Cosas un punto sensible. Tales ambientes experimentarán un crecimiento fuerte en los próximos años al grado que IDC prevé que llegarán a representar 41,600 millones de dispositivos conectados para 2025.

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